Árboles con alma


Mi abuelo, ilustre abogado y popular poeta costumbrista altoaragonés, publicó en 1935 una poesía en homenaje a los árboles dedicada a los niños. Se trataba de un poema sencillo, pedagógico, amable: a continuación transcribo la primera estrofa:

"La cuna en que nuestra madre / nos mece en la edad primera, / la lumbre de los hogares / de las risueñas aldeas, / el techo que nos cobija, / los muebles que nos rodean, / las flores que nos perfuman, / los frutos que nos sustentan, / los libros en que estudiamos / y el arca en que nos entierran; / son producto de los árboles / que véis crecer por doquiera" ...

Pues bien, el objeto de este blog es unirme a ese homenaje y dar a conocer los árboles ya que no con versos míos, con fotografías mías... Y con poemas acerca de los árboles de autores consagrados. Por cierto, el resto de la poesía de mi abuelo podéis leerlo en la entrada "Los árboles" de este blog.

sábado, 23 de junio de 2012

Palmera de Canarias (Phoenix canariensis)

   La palmera canaria es una de las más de 2000 especies de palmeras... pero es una de las más bellas. Es endémica en las Islas Canarias y se ha extendido por jardines y parques de clima suave. Ésta está situada en Barcelona en un parquecillo dedicado al "Mestre Balcells". Su año aproximado de nacimiento es el 1893.


No es una de las palmeras más altas pero puede llegar a alcanzar los 20 metros. Como hemos visto son muy longevas: dos o tres siglos. Ahora vemos otras también muy antiguas, de 1894, situadas en el parque de Villa Amelia. 






Pero no solo se encuentran en parques y jardines; también en avenidas, como éstas situadas en la de Josep Tarradellas, también en Barcelona








En calles y avenidas... e incluso en claustros, como ésta del claustro del Monasterio de Pedralbes.




Su gran belleza conjuga bien con la serenidad de ese precioso claustro gótico


Estos últimos años una gran plaga ha matado palmeras preciosas en toda la costa mediterránea de nuestro país. Lo vemos en esa palmera de un jardín inmediato a una calle de un pueblecito del Maresme catalán: impresiona el contrate de ese "muñón" con la vistosidad de la cercana palmera viva... 


Volvamos a una palmera bien sana:






La copa de estas palmeras es densa: tiene muchas palmas, y grandes: de hasta 5 ó 6 metros de longitud...



Este ejemplar está en el parque de la Ciudadela, siempre con muchos paseantes...


Los troncos de estas palmeras -de todas las palmeras- no son propiamente troncos: se les llama "estípites"; no crecen en grosor con el paso de los años. Solo tienen capacidad de crecimiento -tejido meristemático, dicen los expertos- en su extremo superior. Están recubiertos de las llagas causadas por la caida de las anteriores hojas.


















Las hojas, esas grandes palmas, están compuestas por numerosísimas hojuelas de color verde intenso








Forman copas amplias, de hasta 10 metros de diámetro





Son plantas dioicas con flores masculinas y femeninas en pies distintos. Las flores femeninas se transforman en frutos, en grandes racimos de frutos, primero verdes, como vemos ahora entre las hojas.




Miden unos 2 centímetros de longitud. Los  vemos más claramente en esta otra palmera


Al madurar pasan a color anaranjado. Los grandes racimos de esos "dátiles" dan un peculiar aspecto a las palmeras: verdes con amplias manchas naranja. Se entiende bien en este ejemplar del parque de la Maternidad:


Aquí están esos frutos. No tienen la calidad de los dátiles de las palmeras datileras. Además son más pequeños. En Canarias sí se han utilizado como alimento para el ganado...

Este es un racimo "exento" de una palmera del parque de Joan Miró. Se ve detrás la antigua plaza de toros de Las Arenas; hoy centro comercial.

El causante de la plaga antes citada es un insecto llamado "picudo rojo", que se instala en la raiz de las palmas, en su contacto con el tronco y se alimenta de ellas, hasta agostarlas. Es de muy dificil tratamiento. Vemos otra palmera atacada por la plaga


 Terrible comprobar cómo esa preciosa palmera canaria del jardín de Joan Miró, está muriendo por culpa del "picudo rojo"...


Acabamos de un modo más optimista: esta es la copa de la palmera de 1894 de Villa Amelia, antes fotografiada. 



Teodor Llorente, el ilustre poeta de la Renaixença Valenciana se refiere a las palmeras en su bello poema "Vora el barranc dels Algadins" en que rememora recuerdos de su infancia. Dice en dos de sus estrofas:

Vora el barranc dels Algadins,
s’alcen al cel quatre palmeres;
el vent, batent ales lleugeres,
mou son plomall i els seus troncs fins.

En ells, milers de teuladins
fan un soroll que el cor encisa.
Qui oir pogués sa xiscladissa,
vora el barranc dels Algadins!

Clicando aqui podéis ver el resto de la poesía y la traducción, libre, al castellano

3 comentarios:

  1. Llegue a este sitio buscando información sobre las palmeras que decoran la plaza de Mayo de Buenos Aires, que tienen mas de un siglo y llegaron desde Rio de Janeiro. Mirando con atención, se encuentran en varios sitos de la ciudad y sus alrededores. Saludos desde Martínez, Argentina.

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  2. Estas palmeras canarias, adornan la principal alameda en las ciudad de Tacna-Perú. Muchas gracias, por la información, pense que eran datileras.

    Ricardo Rojas

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  3. Tengo tres palmeras de este tipo en zaragoza. Al sospechar la posibilidad de que puedan tener picudo rojo, acudí a una tienda local dónde me informó el dueño, un señor muy instruido, de que el bicho se introduce en la palmera por la copa y no por la raíz como dicen Udes. Me vendió una insecticida que he aplicado a la copa utilizando un extensible a la mochila de fumigar y tambien al tronco. Deseanme suerte.

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